Hice un viaje yayo,
fui con el Imserso
a comer pasta con queso
hasta reventar.
Y cosas con salsa ,
que no se lo que eran
que espero que cuando
murieran
no maullaran o dijeran
guau.
Y todo con curry
que , como dijo mi churri
,
aquí se lo echan hasta al
flan.
Y ese autoservicio ,
que era un yayo-vicio ,
ante el régimen de
verduras sin pan.
Vi más de uno que lo hizo
untar en el yogurt el chorizo ,
los huevos de cinco en
cinco
y si había lomo vi algún brinco
de record mundial.
Pero era con los postres
cuando la abuelada
si había que untar untaba
sin ningún control.
Vi a alguno que remojaba
los donuts en mermelada
el bizcocho en tomate
untaba
y a la natilla le echaba melón.
Y los de bufet ,
venga de ensaladas
que luego allí se quedaban
como un okupa a vivir ,
porque a la abuelada
eso se la sudaba
que de algo hay que morir.
Y es justo reconocer
que a la hora beber
el agua se gastaba más,
que cerveza , refrescos y
vino
no bebo si no apoquino
y allí la daban con gas.
Y por la noche estaba
Lo que ellos llamaban
una “ actividad “
de lunes a domingo
jugar primero un bingo
y después a bailar.
Y esa es otra historia ,
y espero que la memoria ,
no me falle cuando narre
lo que me aconteció
para mi desgracia
que a ustedes les hará
gracia
pero a mí no.
Por extrañas circunstancias
que no vienen al caso
me vino a salir al paso
una monitora
dicharachera y cantora
y me dice a Ud. no lo he
visto bailar yo.
Y no es por fardar
pero me sentiré ofendida
que a mí nunca en la vida
se me ha ido un yayo sin bailar.
Le dije le agradezco
Todo su interés
Pero le juro que es
imposible que me vea
bailar ,
pues la naturaleza
castigome con crudeza ,
soy arrítmico total.
Eso no es excusa ,
dijo la pitusa ,
todo es ponerse y va Ud. a
flipar
y , sin mediar media
palabra ,
me coge y me arrastra
a la pista a bailar.
Me dice muy resuelta
ya vera que fácil
, un , dos , tres y vuelta
otro paso y girar
y yo allí la la miro
aterrado total.
Viendo el cachondeo ,
de todo el abueleo ,
que por fin tenían algo
con lo que disfrutar.
A la intentona ochenta
o tal vez la noventa ,
que ya había dejado yo de
contar,
la vi algo defraudada ,
incomoda y cansada
explicándome al parar ,
es cosa que maravilla
me ha pisado Ud. la
rodilla
varias veces por detrás.
Vale , ya me rindo ,
me dijo fríamente
y muy poco cortésmente
no es Ud. capaz de bailar.
!! Uy lo que me ha dicho ¡!
le dije a aquel bicho ,
sepa Ud. buena moza
que soy de Zaragoza
y debe Ud. aprender
que aunque sea por engaño
no puedes decir nunca a un
maño ,
ESTO NO LO PUEDES HACER.
Quieta aquí en la pista ,
que te has pasado de lista
,
cumple tu deber.
Yo la vi asustada
Pero como la abuelada
toda pendiente estaba
Se puso a calcular
Que si conmigo fracasaba
Su poder se quebraba ,
no podía recular.
Y para más colmo ,
a la destalentada ,
no se le ocurre nada
mejor que decir
vale , pero échele pasión.
Que aquí el público
presente
esta todo pendiente ,
de si somos la risión.
Y yo con la firmeza
de mi maña naturaleza
me dispuse a bailar
pero le moví con tal brío
la riñonera
que se le salió la cadera
y acabo en el hospital.
Vino la ambulancia
Sonó la sirena
Y aquella chica tan buena
No dejaba de clamar
contra mi , venganza
por ver si me
alcanza
algún rayo celestial.
Y ya al día siguiente ,
como toda aquella gente
vi que me señalaba
y entre ellos comentaban ,
ahí va ese animal.
Como desagravio
y para demostrar
que un maño es buena gente
me fui muy alta la frente
para el hospital.
Le compre unas flores
preciosas y muy raras
y bastante caras
para implorar su perdón.
Y tuve mucha suerte
Que en ese momento
El médico y la ATS
Estaban justo en ese
instante y no puede entrar.
Pero pude oír
a la desdichada
como al doctor preguntaba
por su situación.
Tiene el duodeno ,
vuelto boca abajo ,
el páncreas fundido al
bazo
y lo que es peor ,
y no es caso sencillo ,
el intestino en un ovillo
en el esternón.
Y para continuar ,
a ver como se lo digo ,
el coxis en el ombligo.
No se volverá a sentar.
Escuche un sollozo
Sentido y profundo
A mí se me echo encima el
mundo
Pero es que aún había más.
Tiene también lesiones tales
como siete hernias
discales
y una inguinal.
Digame , doctor
cual es su diagnostico
y si en su pronostico
puedo mejorar de mi mal.
Y aquel hombre que era
bueno
Le dijo firme y sereno
¡! Invalidez total ¡!,
Ella entre sollozos ,
Llamo a su marido ,
un tío fuerte y fornido
militar , además.
Le dijo , Jacinto ,
ponte el arma al cinto
que de esa alimaña maña
me has de vengar.
La buscas y sin compasion
le sueltas sin ningún
complejo
tres tiros en el entrecejo
y dos en el corazon
Y yo allí pensando
no te preocupes
cuando estas cosas dices
no es con esa intención.
Pero quedome acojonado
al ver al tío , muy calmado
,
contando la munición.
Salí disparado
Dejando las flores en la
recepción.
Pidiéndole a la enfermera
que por nada del mundo
diera
a nadie mi dirección.
Me vine para casa
bastante intranquilo
con el alma en un vilo
por si me llega a
encontrar.
Y aquí estoy que no vivo
pensando lo que me toca
si dos tiros en la boca
o , peor aun , si recibo
una demanda judicial.